La comunidad Open Source de Android enfrenta incertidumbre debido a la Directiva de Equipos de Radio (RED) 2014/53/UE de la UE, que se ampliará en 2025 para incluir requisitos de ciberseguridad en smartphones. Esta normativa complicaría la instalación de ROMs personalizadas, al hacer a los fabricantes responsables de la conformidad del software y hardware de los dispositivos. Como resultado, empresas como Samsung y Xiaomi ya están restringiendo la apertura del bootloader, esencial para la modificación de dispositivos.
Samsung ha extendido globalmente su política de bloquear el bootloader, antes limitada a EE.UU., mientras que Xiaomi, tradicionalmente más permisiva, también endurece sus restricciones. Esta tendencia amenaza la existencia de ROMs como LineageOS, que podrían hacer que los dispositivos incumplieran la certificación CE, dejando a los fabricantes legalmente vulnerables.
Sin embargo, la directiva incluye una cláusula que podría proteger el uso de software de terceros, evitando interpretaciones abusivas de las regulaciones. Esta podría ser una esperanza para la comunidad Open Source, que busca mantener la posibilidad de modificar sus dispositivos.
El clima de preocupación también se extiende a Google, que recientemente generó inquietud al no liberar el código fuente de los Pixel con Android 16, aunque luego aclaró la situación. Todo esto indica que el futuro del «cacharreo» en Android está bajo amenaza, con la presión regulatoria y el control de los fabricantes creando un panorama incierto para los entusiastas de la modificación de dispositivos.
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