
Samsung está viviendo una situación de contrastes. Mientras su división de semiconductores sufre una significativa caída debido a restricciones en EE.UU. que afectan la exportación de chips avanzados a China, su negocio de móviles está en auge. En el último trimestre, el beneficio operativo de Samsung se desplomó un 56%, pasando de 10,4 billones de wones a 4,7 billones, reflejando las dificultades en su segmento de chips.
La división de semiconductores ha visto una baja en la utilización de sus nodos maduros, lo que se suma a las tensiones geopolíticas que afectan a la industria. Sin embargo, la división de móviles, conocida como Samsung MX, ha experimentado un crecimiento en ingresos y beneficios operativos, impulsado por las exitosas ventas de la serie Galaxy, incluyendo los modelos Galaxy S25, Galaxy A56 y A36.
Este éxito en smartphones ha ayudado a compensar las pérdidas en otros segmentos de la compañía. Además, otras divisiones como Visual Display y Harman muestran tendencias mixtas, con caídas en televisores, pero mejoras en electrodomésticos y productos de audio. Samsung planea fortalecer su liderazgo en el mercado móvil con innovaciones en inteligencia artificial y nuevos formatos de dispositivos. El futuro se perfila con lanzamientos potenciales de productos plegables avanzados y mejoras en su ecosistema tecnológico.