
Apple ha logrado un avance significativo en su estrategia de diversificación geográfica al trasladar gran parte de la producción de sus iPhone de China a India. Esta decisión responde principalmente a la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, que ha incrementado los costes de exportación de productos fabricados en el gigante asiático. Actualmente, el 23% de los iPhone 16 ya se fabrican en India, y se espera que esta cifra continúe aumentando.
Desde que Donald Trump impuso fuertes aranceles a China, Apple ha buscado alternativas para mitigar el impacto económico. La producción en India no solo responde a la necesidad de reducir costes, sino también a la creciente demanda interna en el país. Aunque la producción en India ha aumentado, Apple aún depende de ciertos componentes y procesos que se realizan en China, lo que dificulta una independencia total.
Las importaciones de iPhone desde India hacia Estados Unidos han crecido considerablemente. En 2025, representaron el 44% del total, frente al 13% del año anterior. Esta tendencia refleja una disminución en la dependencia de las fábricas chinas, que ahora contribuyen solo con el 25% de las importaciones, comparado con el 61% del año anterior.
Pese a los avances, expertos sostienen que Apple todavía enfrenta desafíos para trasladar completamente su producción, especialmente con modelos futuros como el iPhone 17 y un posible iPhone plegable. China ha puesto trabas a la exportación de maquinaria e intenta recuperar a ingenieros que se mudaron a India, complicando aún más la situación.
En resumen, el movimiento de Apple hacia India representa un éxito en su estrategia de diversificación y reducción de dependencia de China. Sin embargo, la transición aún enfrenta obstáculos significativos, especialmente para modelos más avanzados y complejos.