
Un policía argentino fue fotografiado desnudo en su jardín por un coche de Google Street View en 2017. La imagen, que incluía el número de su casa y el nombre de la calle, se viralizó, causando burlas en su entorno. Inicialmente, un tribunal desestimó la demanda del oficial, alegando que la culpa era suya por estar en esas condiciones. Sin embargo, tras apelar, otro tribunal falló a su favor, sentenciando que Google había violado su privacidad al captar la imagen dentro de su propiedad privada. Como resultado, Google fue condenado a indemnizarlo con 12.500 dólares. Este caso resalta la importancia de proteger la privacidad en servicios como Street View y la responsabilidad de las empresas al manejar datos personales. En España, el derecho a la intimidad está protegido por la Constitución, y Google tendría la obligación de evitar la difusión de imágenes que vulneren la privacidad, pudiendo enfrentar sanciones si no cumple con estas normativas.