
La generación Z se enfrenta a grandes dificultades para emanciparse en Europa debido al alza de los alquileres, un problema que se ha intensificado desde 2020. En España, aunque el empleo ha alcanzado cifras récord, la subida de precios de la vivienda impide que muchos jóvenes dejen el hogar familiar. Según Eurostat, los alquileres han aumentado un 12,5% entre 2020 y 2025, siendo el sur y este de Europa las regiones más afectadas.
Un informe de Deutsche Bank señala que ciudades como Barcelona y Madrid experimentaron incrementos significativos en los alquileres. En Barcelona, el precio medio de un apartamento de tres habitaciones pasó de 1.522 a 2.506 euros en cinco años. En Madrid, el aumento fue similar, pasando de 1.617 a 2.573 euros. Estos incrementos dificultan la emancipación, con un 70,4% de los jóvenes españoles aún viviendo con sus padres y una edad media de emancipación de 30,4 años.
El problema se extiende por toda Europa, con Lisboa y Praga también experimentando aumentos notables en los alquileres. La relación entre los salarios y los alquileres es preocupante, con ciudades como Londres, Barcelona y Madrid donde se necesita gastar hasta tres cuartas partes del salario en vivienda. En Lisboa, el 116% del salario se destina al alquiler, lo que fuerza a la población local a buscar múltiples empleos o emigrar.
En general, el desajuste entre ingresos y el coste de la vivienda limita la movilidad laboral y la captación de talento, afectando el desarrollo económico de las ciudades. Este escenario obliga a los jóvenes de la generación Z a replantearse su futuro, buscando alternativas para sortear las barreras económicas que impone el mercado inmobiliario actual.