Eve Jobs, hija menor de Steve Jobs, se ha casado en una fastuosa boda que ha costado 6,7 millones de dólares, a pesar de que su padre era conocido por su postura de no dejar grandes herencias a sus hijos. Steve Jobs, cofundador de Apple, creía que legar una fortuna podría corromper a sus descendientes, una filosofía que también ha sostenido su viuda, Laurene Powell Jobs.
La ceremonia, celebrada en la exclusiva finca Estelle Manor en Oxfordshire, Reino Unido, contó con la actuación de Elton John y la asistencia de personalidades destacadas como las hijas de Bill Gates y Kamala Harris. La organización del evento estuvo a cargo del famoso productor Stanlee Gatti y fue financiada por Laurene Powell Jobs.
Aunque el evento ha levantado críticas, algunos argumentan que financiar una boda no equivale a heredar una fortuna. Eve Jobs ha seguido su propio camino como modelo y deportista ecuestre, y no ha protagonizado escándalos ni ha vivido como una típica «niña rica». La riqueza de la familia está gestionada por Laurene, quien prioriza causas sociales a través del Emerson Collective.
La opulencia de esta celebración plantea preguntas sobre si disfrutar de tal riqueza, aunque no se herede directamente, sigue los principios de Steve Jobs, quien veía la riqueza heredada como potencialmente perjudicial para el desarrollo personal.
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