
En enero de 2007, durante la presentación del primer iPhone, Steve Jobs realizó la primera llamada pública desde el dispositivo a un Starbucks. La famosa anécdota ocurrió cuando Jobs pidió 4.000 cafés en tono de broma a la empleada Ying Hang Zhang. Sin esperar respuesta, Jobs aclaró rápidamente que se trataba de un error antes de colgar. Esta llamada no solo demostró la capacidad del iPhone para hacer llamadas, sino que también dejó un toque humorístico en la historia del dispositivo. La empleada, que continuaba trabajando en Starbucks años después, recordó el suceso con agrado, destacando su sorpresa al enterarse de la identidad de su interlocutor tiempo después. Esta anécdota refleja el estilo único de Jobs y el impacto que tuvo el iPhone desde su lanzamiento, marcando un momento memorable en la industria tecnológica.