
Apple parece estar utilizando los iPad Pro como plataforma de pruebas para tecnologías que más tarde se implementan en los MacBook. Las últimas filtraciones sobre el iPad Pro M5, que se lanzará entre octubre y noviembre, confirman esta tendencia.
Se espera que el nuevo iPad Pro M5 venga en dos tamaños de 11 y 13 pulgadas, ambos con paneles OLED. Estos modelos incorporarán el chip M5, el procesador más avanzado de Apple, que será adoptado posteriormente por los Mac. Aunque la memoria del dispositivo aún no se ha confirmado, se especula que podría ser de al menos 12 GB.
Entre las novedades, destaca una doble cámara frontal, situada una en la parte superior y otra en el lateral, lo que permitirá elegir la mejor opción para videollamadas independientemente de la orientación del dispositivo. Esta característica subraya el enfoque de Apple en hacer del iPad Pro una herramienta más versátil y adaptable.
Históricamente, los iPad Pro han adelantado innovaciones que luego se trasladan a los Mac. El chip M4 debutó en el iPad Pro antes de llegar a los Mac, y parece que el mismo camino seguirá el M5. En cuanto a las pantallas, los iPad Pro fueron los primeros en incorporar paneles Mini LED y OLED, tecnologías que luego adoptaron los MacBook.
El diseño de los iPad Pro también actúa como un campo de pruebas. Los modelos recientes han refinado su diseño para ser más delgados y potentes, un proceso que se reflejará en los futuros MacBook. Con el iPadOS 26, el iPad Pro se acerca cada vez más a ser una alternativa viable a un ordenador tradicional.
En resumen, el iPad Pro ha evolucionado de ser el «hermano pequeño» de los MacBook a convertirse en un precursor tecnológico, marcando el camino para las futuras innovaciones de Apple en sus portátiles.