Un usuario de Mac comparte su frustración con Safari tras intentar usarlo nuevamente en su día a día. A pesar de ser visualmente atractivo y estar bien integrado con el sistema, Safari presenta problemas de compatibilidad con muchas webs y herramientas de trabajo, especialmente aquellas optimizadas para otros navegadores como Chromium o Firefox. Hace un año, el usuario dejó Safari debido a errores menores pero acumulativos, que hacían la experiencia frustrante. Buscó alternativas como Firefox, Opera y Chrome, pero finalmente encontró en Brave un equilibrio entre rendimiento, diseño y compatibilidad. Con la actualización a macOS 26 Tahoe, decidió darle otra oportunidad a Safari, pero rápidamente volvió a Brave por la falta de optimización y extensiones adecuadas. Aunque aprecia el diseño de Safari, la realidad es que la mayoría de desarrolladores priorizan otros navegadores, lo que hace que Safari no sea viable para sus necesidades laborales. La situación refleja un problema de prioridades en el desarrollo web, donde Safari queda relegado, afectando a usuarios que valoran su estética pero necesitan funcionalidad plena.
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