
La compañía china BOE, proveedora de pantallas OLED para Apple, enfrenta una denuncia por parte de Samsung Display, que la acusa de haber revelado secretos comerciales. Esta situación ha llevado a la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (ITC) a emitir una orden preliminar que podría interrumpir la venta de iPhones en el país, afectando modelos actuales y futuros que usen paneles de BOE.
Samsung presentó la denuncia en Texas, argumentando que BOE ha utilizado sus patentes sin autorización. La ITC ha respondido con una orden de «exclusión restrictiva» y «cese de conducta», lo que podría impedir temporalmente la venta de iPhones con pantallas de BOE hasta que se resuelva el caso.
Apple podría tener que reestructurar su cadena de suministro para evitar el uso de pantallas BOE en Estados Unidos, optando por paneles de LG o Samsung Display. Esto generaría retrasos y podría afectar el lanzamiento del iPhone 17. Para BOE, la prohibición significaría perder acceso a uno de los mayores mercados de Apple y poner en riesgo su relación como proveedor.
La situación obliga a Apple a reaccionar rápidamente para asegurar su presencia en el mercado estadounidense sin interrupciones significativas, mientras el litigio sigue su curso.