
Steve Jobs, conocido por su liderazgo en Apple, tenía una filosofía de trabajo en equipo que fomentaba la discusión y el debate interno. Esta idea surgió de una experiencia personal durante su juventud, cuando un vecino le mostró cómo las piedras comunes se convertían en suaves y brillantes tras un proceso de pulimento en un tambor casero. Para Jobs, esto simbolizaba cómo los equipos de trabajo, al interactuar y discutir, se pulen mutuamente, extrayendo lo mejor de cada miembro.
En una entrevista de 1995, Jobs explicó cómo aplicaba esta metáfora en sus empresas, tanto en Apple como en NeXT. Creía firmemente que la fricción creativa era esencial para el éxito, alentando a su equipo a expresar sus pensamientos y preocupaciones desde el inicio del día. Su enfoque era iniciar cada reunión preguntando «¿Qué tenéis en mente?» para fomentar un ambiente donde las ideas fluyeran libremente y se resolvieran conflictos.
Jobs valoraba a las personas que se atrevían a desafiarlo, considerando esta dinámica como clave para el éxito de productos icónicos como el Macintosh. Aunque era visto como un símbolo de Apple, Jobs siempre destacó que los logros de la compañía eran fruto del esfuerzo colectivo. Su filosofía de «armar jaleo» continúa siendo una lección sobre la importancia del debate y la colaboración en el ámbito laboral.