
Una reciente prueba ha comparado el rendimiento de dos PCs con Windows 11, uno con una instalación limpia y otro con un año de uso. Los resultados revelan que, aunque las instalaciones nuevas suelen ser un poco más rápidas, las diferencias son mínimas. En tareas de un solo núcleo, la instalación limpia mostró un 3% de mejora. En juegos como ‘Cyberpunk 2077’, hubo una mejora del 2,5% en configuraciones estándar, pero la instalación vieja rindió mejor en configuraciones máximas.
En pruebas de software como Adobe Premiere Pro, el equipo con instalación vieja superó en un 7,86% al limpio. Estos resultados indican que las instalaciones actuales de Windows 11 manejan mejor el paso del tiempo, a diferencia de versiones anteriores donde la degradación era notable. El estudio sugiere que sería interesante repetir la prueba con hardware menos potente para observar posibles variaciones en el rendimiento.