
Apple ha tenido que permitir que aplicaciones de terceros manejen las funciones básicas de llamadas y mensajes en sus iPhones debido a regulaciones de la Unión Europea. Este cambio, que llega con iOS 26, supone un desafío técnico significativo, ya que permite a los desarrolladores crear apps que gestionen llamadas tradicionales y SMS a través de las redes móviles. Aunque Apple ha destinado más de 500 ingenieros a implementar estas modificaciones, la empresa se queja de que tales exigencias ralentizan la innovación y desvían recursos de otras funcionalidades.
El desarrollo de este sistema ha sido complejo, requiriendo la creación del framework TelephonyMessagingKit, que facilita el acceso externo a las funciones de comunicación del iPhone. Esta opción solo estará disponible en iPhones vendidos en la Unión Europea, y los usuarios deberán seleccionar manualmente las aplicaciones externas como predeterminadas. Sin embargo, no todos los dispositivos de Apple podrán utilizar estas nuevas características, pues estarán excluidos iPads y dispositivos con macOS o visionOS.
El potencial beneficiario de esta apertura podría ser el sector empresarial, que podría integrar todas las comunicaciones en plataformas como Teams, mejorando la gestión y seguridad de las comunicaciones empresariales. Aunque la posibilidad de elegir aplicaciones de terceros para estas funciones básicas es un cambio significativo, se espera que tenga poco impacto en el usuario promedio, que probablemente continuará utilizando las aplicaciones nativas de Apple. La medida, sin embargo, simboliza una significativa batalla regulatoria entre la UE y Apple, con implicaciones aún por determinar en el futuro del ecosistema de Apple.