El crecimiento del trabajo remoto ha facilitado la proliferación de estafas laborales, como demuestra el caso de Soham Parekh, un ingeniero informático indio. Suhail Doshi, CEO de Playground AI, denunció públicamente a Parekh por fraude laboral, acusándolo de trabajar simultáneamente en varias startups tecnológicas sin informar a sus empleadores y usando credenciales falsas o poco verificables.
Parekh, según su CV, es un graduado del Georgia Institute of Technology y ha trabajado en varios proyectos avanzados de inteligencia artificial y DevOps. Sin embargo, Doshi afirma que Parekh ha estado engañando a empresas de Y Combinator y otras, y que gran parte de su currículum es falso.
Las acusaciones se centran en que Parekh no solo ha mantenido múltiples empleos sin aviso, sino que ha mentido en entrevistas y cambiado de perfiles en redes sociales tras ser despedido por incumplimiento de responsabilidades. Aunque algunos defienden que trabajar en varios proyectos no es problemático si se cumplen las expectativas, Doshi y otros afirman que Parekh no entregó el trabajo prometido.
El caso destaca la dificultad de verificar identidades y habilidades en la era del trabajo remoto global, donde las credenciales pueden ser fácilmente falsificadas. Los empleadores enfrentan el reto de diferenciar a expertos de impostores, especialmente cuando los currículos parecen legítimos pero carecen de pruebas verificables como proyectos públicos o publicaciones.