Samsung enfrenta un desafío crucial con su próxima serie Galaxy S26, en el que la competencia entre sus propios chips Exynos y los de Qualcomm podría definir el éxito del producto. La compañía surcoreana busca redimirse tras optar por los chips Snapdragon de Qualcomm en los Galaxy S25, al intentar introducir su Exynos 2500. Este chip, inicialmente planeado para los S25, sufrió retrasos debido a problemas de producción en el nodo de 3 nanómetros.
Ahora, Samsung espera lanzar el Exynos 2500 para los Galaxy S26, pero enfrenta la competencia del próximo chip de gama alta de Qualcomm, fabricado en el nodo de 2 nanómetros por Samsung. Sin embargo, la división de semiconductores de Samsung atraviesa dificultades, con una tasa de éxito del 40% en el nodo de 2 nm, mientras que TSMC fabricará los chips Snapdragon en 3 nm para otros dispositivos, lo que podría generar disparidades en el rendimiento.
El éxito del Galaxy S26 podría ser el impulso necesario para revitalizar la división de semiconductores de Samsung, que ha perdido clientes como Google. La empresa ha pospuesto su desarrollo en tecnología de 1,4 nm para concentrarse en mejorar la producción de 2 nm, buscando demostrar que puede competir con TSMC. Samsung se arriesga al utilizar su buque insignia como escaparate para recuperar su reputación en el sector de chips. Un resultado positivo podría significar una gran victoria, mientras que un fracaso podría avivar las críticas.