Microsoft ha decidido extender el soporte de seguridad de Windows 10 por un año adicional sin coste, en un intento de facilitar la transición a Windows 11 para los usuarios que aún no están listos para actualizar. Esta decisión es la segunda medida extraordinaria que la compañía ha implementado en el proceso de «final de vida» del sistema operativo.
La primera medida fue ofrecer soporte extendido de pago, que ahora será gratuito durante un año para aquellos usuarios que utilicen Windows Backup. Sin embargo, Microsoft no ha explicado públicamente las razones detrás de estas decisiones.
Windows 10 todavía mantiene una cuota de mercado significativa, superando a Windows 11 a nivel global, aunque se espera que la brecha se reduzca en los próximos meses. En países como España y Alemania, la adopción de Windows 11 es especialmente lenta.
En 2020, Windows 10 estaba instalado en más de 1.000 millones de dispositivos, y aunque su cuota de mercado ha disminuido desde el lanzamiento de Windows 11, sigue siendo considerable. Se estima que entre 400 y 500 millones de dispositivos aún usan Windows 10.
La extensión del soporte de seguridad es crucial para evitar que millones de usuarios queden sin protección. La exigencia de hardware, como el requerimiento de TPM 2.0 para Windows 11, ha contribuido a que muchos usuarios sigan utilizando Windows 10.
La pregunta que surge es si Microsoft implementará más medidas en el futuro, como relajar las condiciones para el soporte o extender las actualizaciones de seguridad gratuitas. Por ahora, la compañía mantiene su plan de finalizar el soporte global en 2025, aunque la evolución del mercado podría influir en decisiones futuras.
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