Un estudio global revela que el teletrabajo prospera en países con culturas individualistas, mientras que en España, donde predomina una cultura más sociable, su adopción es más lenta. La Encuesta Mundial sobre Modalidades de Trabajo (G-SWA) analizó a trabajadores de 40 países y encontró que, en Europa, el Reino Unido lidera con casi dos días de teletrabajo a la semana gracias a su alto puntaje en individualismo cultural.
El informe destaca que en el norte de Europa, donde prevalece el individualismo, el teletrabajo es más común, mientras que en el sur, incluidas España y Rumanía, las cifras son menores. En España, la cultura de la sociabilidad y el papel de las redes familiares tradicionalmente han influido en la menor adopción del teletrabajo.
Nicholas Bloom, profesor en Stanford, resalta que una puntuación alta en individualismo sugiere que una sociedad promueve la autosuficiencia, lo que facilita el trabajo remoto. Factores como la densidad de población y la estructura industrial también influyen en la adopción del teletrabajo; países con sectores tecnológicos y financieros avanzados o con alta densidad poblacional tienden a tener más teletrabajadores.
En conclusión, además de los factores culturales, la gestión empresarial tradicional en el sur de Europa, que prefiere la presencia física, y otros elementos como la duración de los cierres por COVID-19 y la estructura económica, afectan la expansión del teletrabajo en España.