Tras probar diversas aplicaciones de finanzas como Fintonic, Revolut y Monefy, he decidido volver a mi hoja de Excel para controlar mis gastos. Aunque las apps ofrecen funciones atractivas como la categorización automática y la integración con cuentas bancarias, no logran satisfacer mis necesidades de personalización y control total.
Fintonic, por ejemplo, facilita la visualización centralizada de gastos, pero su categorización no siempre es precisa. Revolut, aunque permite ver el saldo total de múltiples cuentas, comparte el mismo problema, además de posibles preocupaciones de privacidad al conectar cuentas bancarias. Monefy, que requiere la introducción manual de gastos, se acerca más a lo que busco, pero aún no me convence.
La hoja de Excel me proporciona el control total sobre mis finanzas. Puedo personalizar las categorías, añadir notas, y modificar fórmulas según mis necesidades. Además, garantiza la privacidad de mis datos al no depender de servicios externos. Me permite gestionar mi presupuesto de manera eficiente en solo 20 minutos al mes, sin distracciones ni notificaciones constantes.
En resumen, aunque las aplicaciones de finanzas ofrecen beneficios, mi experiencia me ha demostrado que una hoja de cálculo sencilla en Excel es la mejor herramienta para mis necesidades personales. Cada persona puede encontrar su método ideal, y este es el que mejor me funciona a mí.