Un grupo de investigadores de inteligencia artificial, filósofos y tecnólogos se reunió en una lujosa mansión en San Francisco para discutir el impacto potencial de la inteligencia artificial avanzada en la humanidad. El evento, llamado «Sucesor Digno», fue organizado por el emprendedor Daniel Faggella, quien propuso que el «objetivo moral» de la IA debería ser la creación de una forma de inteligencia tan avanzada que pudiera determinar el futuro de la vida mejor que los humanos.
La reunión, que contó con 100 invitados, incluyó charlas enfocadas en la transición poshumana y la necesidad de diseñar un «sucesor» de la humanidad. Ginevera Davis, una de las ponentes, destacó la dificultad de transferir valores humanos a la IA y propuso buscar valores universales aún no descubiertos. Michael Edward Johnson, otro ponente, argumentó que desarrollar una IA sin comprender plenamente la conciencia es arriesgado, sugiriendo que tanto humanos como máquinas deberían buscar «el bien».
Faggella, quien también habló en el evento, afirmó que la humanidad no perdurará en su forma actual y resaltó la importancia de que cualquier sucesor tenga conciencia y la capacidad de evolucionar. Durante el evento se debatió sobre las opiniones de líderes tecnológicos como Elon Musk y Sam Altman, quienes han expresado preocupaciones similares sobre los riesgos de la IA.
A pesar de las discusiones, la mayoría de los argumentos presentados se basan en especulaciones y opiniones más que en evidencia empírica. La reunión puso de manifiesto la creciente preocupación sobre el impacto de la inteligencia artificial en el futuro de la humanidad, aunque todavía no existe un consenso claro sobre el tema.