En 2010, Steve Jobs presentó el iPhone 4, marcando el último lanzamiento en junio antes de que Apple trasladara sus presentaciones de iPhone a septiembre. Este cambio transformó las keynotes en un fenómeno cultural, creando un ritual anual que impacta el calendario tecnológico mundial.
La llegada del iPhone 4S en septiembre de 2011 fue significativa: fue el primer evento dirigido por Tim Cook y el último en el que Jobs estuvo vivo, falleciendo un día después. Con el iPhone 5, Apple introdujo un nuevo diseño y el conector Lightning, enfrentándose a críticas que con el tiempo se desvanecieron.
El iPhone 6 y 6 Plus en 2014 llevaron a Apple al mundo de las pantallas grandes, legitimando el diseño de «phablet». En 2016, el iPhone 7 eliminó el puerto de auriculares, una decisión inicialmente polémica pero que resultó visionaria.
En 2017, el iPhone X presentó un salto significativo en diseño con pantalla OLED sin marcos y Face ID, marcando el inicio de una nueva era para Apple. La pandemia en 2020 forzó a Apple a reinventar sus keynotes, adoptando un formato de streaming que se ha convertido en referencia en la industria.
A lo largo de quince años, Apple ha sabido reinventar sus eventos, reflejando la evolución del producto y de la compañía. El iPhone ha marcado hitos tecnológicos como la pantalla Retina, Touch ID, Face ID y la conectividad 5G, redefiniendo constantemente las expectativas sobre el dispositivo. Cada septiembre, millones esperan las novedades de Apple, confirmando el estatus cultural de sus presentaciones.